La prueba de paternidad o identificación genética se realizan para establecer la relación de parentesco entre dos personas, (por ejemplo entre supuestos padre e hijo).
El análisis consiste en el estudio de 15 marcadores genéticos polimórficos (STRs). El genotipado de estos marcadores constituye un sistema de identificación genética que permite diferenciar de forma inequívoca a una persona ya que detecta la combinación única de marcadores genéticos de cada individuo. En un segundo paso del análisis se comparan esta combinación de marcadores genéticos entre las dos personas del análisis y se concluye si hay una exclusión de la paternidad o filiación o se calcula la probabilidad de paternidad o filiación, que puede alcanzar el 99,99% de seguridad.
Estas pruebas se realizan a partir de cualquier muestra que contenga células, ya sea sangre, saliva, semen o fluidos corporales, e incluso de cualquier objeto que haya estado en contacto con fluidos corporales. Todas ellas pueden ser informativas o de validez judicial.
La prueba y los resultados se realizan con total confidencialidad.